lunes, 18 de agosto de 2008

Cuento de Andorra (Acto I)




- ¿Cuántos?

- Siete... Creo.

- Mierda.

Salió. Para reaccionar en momentos así hay que ser capaz de manejar, con el peso que lleven, varias opciones. Se calentó las manos por el frío y revisó que no hubiese nadie a la salida del galpón. Vio el reloj y se vio a él retrasado.

Los pasos rápidos lo calientan. Sigue sin haber nadie cerca. La esquina encendida por el brillo le acerca una variante. Para reaccionar en momentos así hay que ser capaz de mantener, con el ritmo que lleve, la calma. Le cambió el color y se encerró a sacar cuentas, se lamentó.

.-Calculé mal, dijo.

Y se sintió frágil. No poder dejar de ver el brillo que encendía la acera lo delataba. Mal momento, pensó, para que se acerque alguien. Ahí se siente uno más grande, cuando las opciones se resbalan en un perfil bajo de prepotencia, cuando las peticiones pasan de la hoja al tacto. Cómo le gustaría reaccionar.

Caminó. Caminó más. LLegó a la casa incendiada en brillo que buscaba, la que lo acusaba de impuntual. La olió primero, se acercó después. Antes de tocar, recordó algo que le hizo pensar que la historia es un enemigo infalible, inclemente, de los que de competir te comerían vivo en el intento. Aquí ya hay alguien, aquí ya hay varios. Son siete.

Tocó. Tocó dos veces. Nadie se atrevió a abrirle.

Cuando se le ahogaron las ganas, se sentó. Esperó al que diera el paso adelante. Vio llegar el carro como lo haría cualquier persona, hasta como lo haría él en otra situación. Para reaccionar en estas situaciones hay que sacudir, con las alergias que traiga, todo el polvo del olvido. Ahora ¿cuánto nos vale la espera? Se maravilló del hecho que no hubiese copiloto y esperó con la cabeza abajo que el carro se estacionara.

Se acercó. Se recostó de la puerta del piloto viendo hacia otro lado, volteó con angustia de decirlo y repsiró. El motor se ha vuelto un nudo. El carro también brilla.

-¿Cuántos?

-Siete... Creo.

-Mierda.
Lo ve y entiende que la mentira, mida lo que mida, le da un poco de ventaja.

1 comentario:

Andrea Gil dijo...

Acto I...
Acto I...
Acto I...
Acto I...

Deja de enumerar las cosas si no vas a seguir contando.

PROTESTA!