tag:blogger.com,1999:blog-63730354742376173632024-03-05T06:54:49.264-08:00Cállate y cuéntame un cuentoFrancisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.comBlogger23125tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-6952475607919663682009-03-10T22:51:00.000-07:002009-03-11T19:29:43.739-07:00La Batalla de Alsina<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqhmLNmRPRtmBSVrU0mXL-iTx6qve8KjJLlw-QxGLgqYkBDA6whWcnyi_C2RisIjSTDwe7515icnFiVP4ZXVsKrimuGjgbgihwK1ZnsmnEFVSHSyhe0CSWWj91vaAuKL1oxriQkMmkr9o/s1600-h/quijote.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 255px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqhmLNmRPRtmBSVrU0mXL-iTx6qve8KjJLlw-QxGLgqYkBDA6whWcnyi_C2RisIjSTDwe7515icnFiVP4ZXVsKrimuGjgbgihwK1ZnsmnEFVSHSyhe0CSWWj91vaAuKL1oxriQkMmkr9o/s320/quijote.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5311814810732471362" border="0" /></a><br /><br />"Hoy ladran, Señor. Hoy son más fuertes"<br /><span style="font-style: italic;">Joan Asulbarán - "1606"<br /><br />Claro que no la debía buscar, pero así era </span>Julián<span style="font-style: italic;">.<span style="font-style: italic;"> <span style="font-style: italic;"><span style="font-style: italic;"><span style="font-style: italic;">Recuerdo haber escuchado a alguien decir que los lunares, contados hasta el último, podían descifrar el futuro, y aunque siempre me pareció la manera más desesperada para encontrar un porvenir, Él confirmaba lo contrario. Lástima que le tocó decir lo más coherente en el momento más absurdo. </span><br /><br /><span style="font-style: italic;">Si el tren sale a las cinco, lo mejor es </span>que estemos<span style="font-style: italic;"> una hora antes. Tú vas a entrar por la puerta "B 65 sur", y por la seguridad de ambos, no te voy a decir por cuál puerta entro yo, así no te tienta la mentira. Recuerda que </span>Marisol<span style="font-style: italic;"> se para temprano, revisa que no esté despierta antes de salir. Lo más callada posible, </span>Lorena<span style="font-style: italic;">, lo más posible. No va a haber carros a esa hora, así que puedes ir tan rápido como quieras. Lo único que te puedo decir, por ahora, es que si decides que no quieres venir, no me lo digas nunca.</span><br /><br /><span style="font-style: italic;">Pero a </span>Lorena<span style="font-style: italic;"> no le gustaron nunca las aventuras. Le gustaba más bien esperar, le entretenía más la idea del encuentro forjado por sus ausencias. Y dormía, dormía mucho. Nunca se encontró cómoda. Sin embargo, a lo que respiraba las cinco, se despertó. Marisol dormida y la euforia de quien miente, pudieron sobre la prudencia. LLego a la "B 65 sur" y miró a los lados, derecha e izquierda. Nadie puede decir que aquí lo decidió, pero parecía una maniobra alertadora para el remitente. Lorena nunca se fue, eso lo saben, pero no es eso lo que uno se lamenta por Julián, es, en cambio, la idea de la última bala lo que nos da espasmos de culpa. él sabía, porque siempre lo supo. Cuando lorena se quedó parada ante la última llamada, Julián, el pobre, se quedó viéndola del otro lado del vidrio. Y a él que no le gustaban las excentricidades. Ella sabía que él sabía, pero se convenció que ésta sería una historia más bonita para contar que a si se hubiese ido con él. Él nada más la miró. Pobre. Ahí se quedaron hasta que apagaron las luces. Julián tampoco se fue, eso lo saben.</span><br /><span style="font-style: italic;"><br />.-Alguna vez hice planes contigo, dijo.</span><br /><br /><br /></span></span></span></span>Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-52304635329890111972009-01-04T03:03:00.000-08:002009-01-04T03:18:07.457-08:00Cuento de Andorra (Acto II)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ4uxx0ktrWHjrkoll5yzW6ei5K1UhG3oNDtq2TFrXqcGzAtp8no2PJo-mwTCSxCSdBIXNDgU6xXoi0E_hMvZeZMUVi4gdHGxpGsPQ5Lqx06VwzfxkFgL7n25bn7FviXFN62DghqLO03Y/s1600-h/aaave.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 150px; height: 113px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ4uxx0ktrWHjrkoll5yzW6ei5K1UhG3oNDtq2TFrXqcGzAtp8no2PJo-mwTCSxCSdBIXNDgU6xXoi0E_hMvZeZMUVi4gdHGxpGsPQ5Lqx06VwzfxkFgL7n25bn7FviXFN62DghqLO03Y/s320/aaave.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5287396029180373570" border="0" /></a><br />"Más que los valientes, siempre nos descubren los inmutados"<br /> Lumbre Denalea - <span style="font-style: italic;">El Capitán y su miedo</span>.<br /><br />Con fecha incierta y de reducidos elementos para la identificación, se cerró, sin preocupaciones, la reunión que trajo como consecuencia la última función de Sebastián. Se fue sin decir nada, como si no quisiera que sus palabras corrompieran de algún modo la resolución milagrosa que había logrado conseguir. Nos miró a todos con la espalda y se puso las pertenencias decomisadas. Pensó para sí mismo en la noche que pasaría después de semejante susto.<br /><br />Todo había sido residuo de un malestar, luego eco de un brillo y más tarde maltratado por la negligencia. Quizás explotar antes que consumirse era mejor que librarse de manera tan barata. Los héroes no viven así.<br /><br />¿Quiénes nos marcan el paso?<br /><br /><span style="font-style: italic;">Siguen los de Morihualta.</span>Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-54557847686413512682008-09-17T22:53:00.000-07:002008-09-17T23:48:27.142-07:00La Muerte Amarilla y Quienes Quedan Vivos. (Capítulo primero: El Día Azul.)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg__-BQKUfDGIa-fQ5ipFuUDdGL1rGrnVKX9kAj_HdZuqzYmUmVM1kaGP56NYwtT8tFASikJJnaBoSij_sCzsOHg-lZ0igrIQrtRdmUkQccgucpVEokT8qzgww-oa9hDc8DCz5nFKac3ko/s1600-h/bluprint[1].jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5247247078651514610" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg__-BQKUfDGIa-fQ5ipFuUDdGL1rGrnVKX9kAj_HdZuqzYmUmVM1kaGP56NYwtT8tFASikJJnaBoSij_sCzsOHg-lZ0igrIQrtRdmUkQccgucpVEokT8qzgww-oa9hDc8DCz5nFKac3ko/s320/bluprint%255B1%255D.jpg" border="0" /></a><br /><div><span style="font-family:georgia;">Quienes cuentan lo que pasó, aún no se han dado cuenta de que siguen vivos. Para decirlo mejor, la multitud curiosa por el momento, no deja que quienes siguen vivos estén al tanto de su condición. Nueve personas están ahí para contarlo. Son ellos, envueltos en mantas rojas, los más impares de los números.<br /><br />La condición humana se explica mejor si uno se queda callado. Por eso cuando se habla del día de La Muerte Amarilla, uno debe callar y tratar de no mencionar nada que se pueda tomar como un intento de explicación o de hipótesis de su causa, y mucho menos de sus consecuencias, porque ese día es de la naturaleza humana. Es ofensivo. <span style="color:#ffff00;">Humillante</span>.<br /><br />Ocurre como último día de una serie de sangre que constó de tres jornadas. Si alguien hubiese dicho lo que se venía, lo hubiesen tildado de loco.<br /><br />El primero de los días pasaba por un lunes envuelto e inclinado hacia un ambiente político. La ciudad se encerraba y se asomaba por las ventanas para ver, de nuevo, una caravana propagandista en pro a un candidato de turno. Habiendo anunciado el evento con dos semanas de anticipación y con morbosa insistencia, el evento se prestaba para cualquier acto reaccionario.<br /><br />El primer anuncio se vio en una pared totalmente blanca que oculta un estacionamiento público. Sin errores ortográficos, y con un alto nivel de caligrafía básica, se leía en letras rojas: "Azul, el día en que todos somos <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_1">príncipes</span>". De las nueve personas que se reunieron a las afueras del edificio el día de La Muerte Amarilla, sólo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Marcel</span> vio el primer anuncio.<br /><br />Convocatoria estratégica a las 10:00 <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">am</span> para reunir a la masa completa a las 11:45 <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">am</span>, pipotes de basura pintados con la bandera del partido, banderines, panfletos y fotos, chapas, gorras y bolígrafos. Las cajas llegan a las ocho, el camión sale a las 10. Linda no va a venir porque se le muró un familiar, no tenemos a nadie en base. La <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_5">policía</span> se presta, entonces, para controlar el traslado y la seguridad general del paso, sin ningún tipo de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">supervisión</span>. Este día todos somos <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_7">príncipes</span>. Azules. <span style="color:#3333ff;">Agua</span>. ¿Ya llamaron a preguntar quién nos va a <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_8">recibir</span>? Vamos saliendo, hablamos ahora.<br /><br />Tres personas de las que no saben que están vivas, vieron ese día pasar un camión de frutas con <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_9">alto parlantes</span> que repetían: "Para ver mierda que traigan a un ciego", "<span style="color:#cc0000;">Somos una sola voz</span>", "Cultura para ser libres". El camión, que efectivamente era de frutas, lo manejaba el líder de un grupo de profesores que no comulgaban con la reelección que se <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">publicitaba</span>. El maestro "dolor" Moreno, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">ex</span> alcalde, y dicho líder, no llego a enterarse que de La Muerte Amarilla se podía sobrevivir.</span></div><div></div><br /><div><span style="font-family:georgia;"></span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;">Son las diez y veinte. Dos personas, marido y mujer, en camino para la congregación, se detienen a leer un anuncio en la pared. "Azul, al grito todos seremos reyes". La esposa pensó más en el escrito que el esposo. Dos días después, se recordarían entre ellos que están vivos.</span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;"></span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;font-size:78%;"><em>-Estamos vivos.</em></span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;font-size:78%;"><em></em></span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;font-size:100%;"><em>- ¿Qué?</em></span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;font-size:100%;"><em></em></span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;font-size:85%;"><em>- Estamos vivos.</em></span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;font-size:85%;"><em></em></span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;font-size:100%;"><em>- No entiendo.</em></span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;font-size:100%;"><em></em></span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;font-size:130%;"><em>- Estamos vivos.</em></span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;font-size:100%;"></span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;font-size:100%;">Al menos ellos lograron llegar.</span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;"></span></div><br /><div><span style="font-family:georgia;"></span></div>Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-55706687186781929452008-08-18T23:32:00.000-07:002008-08-20T02:15:42.081-07:00Cuento de Andorra (Acto I)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnzs8NDF-7oqPV2ciGL4ltGydMa5U_Okqmv8hSZTKFrlsUgo5_9cfLMNMeGlviVHZHEYvL47nYU1MNUBnoHzoTFLJiOuw6E3XuIsz6-oq21x3Nv5UDUPAwOero09-PEJ7JcnUPACGqBqw/s1600-h/atardecer+2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5236125885808913938" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnzs8NDF-7oqPV2ciGL4ltGydMa5U_Okqmv8hSZTKFrlsUgo5_9cfLMNMeGlviVHZHEYvL47nYU1MNUBnoHzoTFLJiOuw6E3XuIsz6-oq21x3Nv5UDUPAwOero09-PEJ7JcnUPACGqBqw/s320/atardecer+2.jpg" border="0" /></a><br /><div><br /><br /></div><div><span style="font-family:lucida grande;"><em>- ¿Cuántos?</em></span><br /><br /></div><div><span style="font-family:lucida grande;"><em>- Siete... Creo.</em></span><br /><br /></div><div><span style="font-family:lucida grande;"><em>- Mierda.</em></span> </div><div><br /></div><div></div><div>Salió. Para reaccionar en momentos así hay que ser capaz de manejar, con el peso que lleven, varias opciones. Se calentó las manos por el frío y revisó que no hubiese nadie a la salida del galpón. Vio el reloj y se vio a él retrasado. </div><div><br /></div><div>Los pasos rápidos lo calientan. Sigue sin haber nadie cerca. La esquina encendida por el brillo le acerca una variante. Para reaccionar en momentos así hay que ser capaz de mantener, con el ritmo que lleve, la calma. Le cambió el color y se encerró a sacar cuentas, se lamentó. </div><div><br /></div><div>.-<em>Calculé mal</em>, dijo.</div><div><br /></div><div></div><div>Y se sintió frágil. No poder dejar de ver el brillo que encendía la acera lo delataba. Mal momento, pensó, para que se acerque alguien. Ahí se siente uno más grande, cuando las opciones se resbalan en un perfil bajo de prepotencia, cuando las peticiones pasan de la hoja al tacto. Cómo le gustaría reaccionar.</div><div><br /></div><div>Caminó. Caminó más. LLegó a la casa incendiada en brillo que buscaba, la que lo acusaba de impuntual. La olió primero, se acercó después. Antes de tocar, recordó algo que le hizo pensar que la historia es un enemigo infalible, inclemente, de los que de competir te comerían vivo en el intento. Aquí ya hay alguien, aquí ya hay varios. Son siete. </div><div><br /></div><div>Tocó. Tocó dos veces. Nadie se atrevió a abrirle.</div><div><br /></div><div>Cuando se le ahogaron las ganas, se sentó. Esperó al que diera el paso adelante. Vio llegar el carro como lo haría cualquier persona, hasta como lo haría él en otra situación. Para reaccionar en estas situaciones hay que sacudir, con las alergias que traiga, todo el polvo del olvido. Ahora ¿cuánto nos vale la espera? Se maravilló del hecho que no hubiese copiloto y esperó con la cabeza abajo que el carro se estacionara. </div><div><br /></div><div>Se acercó. Se recostó de la puerta del piloto viendo hacia otro lado, volteó con angustia de decirlo y repsiró. El motor se ha vuelto un nudo. El carro también brilla. </div><div><br /></div><div><em>-¿Cuántos?</em></div><div><br /></div><div><em>-Siete... Creo.</em></div><div><br /></div><div><em>-Mierda. </em></div><div> </div><div></div><div></div><div>Lo ve y entiende que la mentira, mida lo que mida, le da un poco de ventaja.</div>Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-65503583168284518372008-04-20T23:15:00.000-07:002008-04-20T23:29:21.369-07:00Rísiko.Y entonces pasó. Lo llamaron a pararse frente a la multitud, y miren que para él eso era una multitud. Se paró sin vacilar, pensando en qué estaría pensando alguien del que él se acordaba mientras caminaba al frente. Arrugó el papel que llevaba en la mano y lo mantuvo cerrado mientras proseguía con su marcha. Y entonces llegó.<br /><br />No supo bien en qué momento terminó la música y empezó el calor, pero encontró un punto que le servía de base para no tener que tartamudear. Pensó en las casualidades, en las consecuencias y en cuántas cosas tenían que haber pensado todas las personas que antes se pararon ahí.<br /><br />Sin más, decidó leer:<br /><br />"Al rojo réstale dos y azul<br />Súmale tres y morado<br />Tengo más colores para estar a tu lado.<br /><br />Dormida siempre darás verde<br />Tango para no perder la cuenta<br />Colorea tanto el disco que ya sabe un poco a menta.<br /><br />Ponle dos más al morado<br />Súmale tres y amarillo<br />Mil pies para caminar contigo."<br /><br />Así llamaron al siguiente. Él, ahí, devolviéndose entre palmas, había conquistado Praga.<br /><br /><span style="font-family:courier new;"><em></em></span><br /><span style="font-family:courier new;"><em></em></span><br /><span style="font-family:courier new;"><em></em></span><br /><span style="font-family:courier new;"><em></em></span><br /><span style="font-family:courier new;"><em></em></span><br /><span style="font-family:courier new;"><em>Para la lluvia.</em></span>Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-35559522224644979372008-02-27T20:52:00.000-08:002008-02-27T20:58:00.222-08:00Tener frío—Hey, ¿tienes frío?<br />—No.<br />—Yo tampoco.<br />—Entonces, ¿por qué me lo preguntaste?<br />—No estoy seguro... creo que para sentir frío yo también.<br />—¿Ah?<br />—¿Nunca lo has hecho?<br />—No.<br />—Entonces nunca has sentido frío.Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-14870634105475168332008-02-05T16:24:00.000-08:002008-02-05T21:17:56.146-08:00Un café, por favor—¿Estás despierto?<br />—No.<br />—¿Cómo era que se llamaba…?<br />—Estoy durmiendo.<br />—Es cierto, perdón.<br />—Dime.<br />—¿No que estabas durmiendo?<br />—Estaba.<br />—Vuélvete a dormir, mañana te pregunto.<br />—¿Y si se hace tarde?<br />—No, mañana será más temprano, ¿no?<br />—Tal vez.<br />—¿Qué quieres que te pregunte?<br />—Hum… pregúntame si es tarde.<br />—¿Es tarde?<br />—¿Tarde para que?<br />—Bueno, tarde para esto.<br />—¿Qué es esto?<br />—Bueno, para que te pregunte si…<br />—Es tarde.<br />—¿Qué tan tarde?<br />—Temprano, demasiado temprano.<br />—¿Recuerdas el nombre de…?<br />—Te quiero.<br />—¿Hasta el sur?<br />—Se llamaba Café Sur, justamente.<br />—¿Preparo café?<br />—Sólo si es del sur.<br />—Te quiero.<br />—Sí, un café.Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-71117460362364607912008-01-28T21:34:00.000-08:002008-02-11T20:57:02.431-08:00De cuánto cuesta Moscú, o ¿Cómo suena Notre Dame?<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2DVHItiOfI8WO9WLYSxmmIScdbxzYQV1k1agdSnuqt_MV64BgDjGyCrLpYk0f88fOOiR_K65UZWvzzw9g_XYB6rYFVgCYrtaIMEpfP72mIag7NsL5tOKQbHksmvPOGSaR5TqtR0g_YbQ/s1600-h/smallpano.jpg"></a><br /><br /><div align="justify">En los 28 países Francoparlantes que conforman la gran lista de barbaries en localidades no alcanazadas, nadie era capaz de responder la encuesta creada por la organización "God is at work" que planeaba, en sus inicios, dejar en un segundo plano del interés mundial el gran problema de alimentación que existía en las espesas tierras africanas.</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">La serie de preguntas realizadas al común denominador de los países nombrados, cuestionaba y ponía en evidencia la incapacidad de estas personas para relacionar conceptos y encontrar raíces en los planteamientos de intereses bilaterales de las colonias y colonizados. Luego de tres años de estudio permanente y de insistencia que sería luego catalogada de innecesaria por la organización, decidieron cambiar el sistema implementando una nueva mentalidad para afrontar a la población "discapacitada" y así justificar, de una manera u otra, la injusta humillación que había ocasionado la publicación de un artículo de corte informativo en una revista sensacionalista del sur francés llamado: "¿Cómo suena Notre Dame?".</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">En las inmediaciones de la organización benéfica, Younoussa Djao Abidjan, Secretario improvisado para dar una rueda de prensa en la que se anunciaría los nuevos métodos para evaluar la situación actual de la "United West Africa", preparó con cautela las palabras que había escrito el comité de prensa de la firma, cosa que, bajo su juicio, era de muy mala educación. Encontró el acento que lo afirmaría ante su gente como un embajador e incluso trabajó unas miradas para las cámaras. En pleno proceso, según cuenta él, decidió que era necesario "hacer públicas las infamias que había cometido Stephen Neill", un sacerdote ortodoxo y patrocinantes de las misiones católicas en el continente negro. Para Djao, Neill "había encontrado la manera de sacar provecho económico de unos países que difícilmente se mantienen respirando" y que, para ser sinceros, "ya no tenía sentido todo este asunto de la reforma religiosa".</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">De los 12.622.000 habitantes que ocupan la capital de Rusia, 3.125.000 tienen una idea remota de dónde queda Seychelles. Su alcalde,Yuriy Luzhkov, embriagado por el frío según las disculpas que pediría dos días después, declaró que sólo Moscú tenía la identidad suficiente para afrontar una guerra de cualquier índole por ella misma. Esto no gustó en las altas cúpulas del partido y de las diez instancias administrativas que llevan esta ciudad con cuidado divino, 6 hicieron incapié en que las declaraciones del alcalde respondían a un estado crítico de desfachatez.</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">La mañana siguiente de la disculpa, se celebró en las calles de Moscú la segunda marcha del orgullo gay y de respeto a los transexuales. El alcalde, haciendo muestra de su débil habilidad para acomodarse en aguas revueltas, catalogó de "Acto Satánico" lo que ocurría en las calles y mandó siglas ofensivas a los marchistas, que claramente eran todos Homosexuales.</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br /></div><div align="justify"><span style="font-family:georgia;font-size:85%;"><em>"...mi Moscú nunca ha permitido ni permitirá actos de esta categoría. El orgullo gay moscovita no puede manifestarse libremente, de hecho, no puede llevarse con orgullo. Hay que darle una lección a estos hombres, o lo que sean, llevándolos a todos a la cárcel..."</em></span></div><div align="justify"><br /></div><div align="justify"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></div><div align="justify"><br /></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Cuando se le preguntó por la discusión que existía entre algunos miembros del congreso y un grupo promotor del bienestar ruso sobre la revaloración de Moscú como centro turístico mundial, el máximo mandatario cpaitalino respondió, aclarando la garganta, que "de ser necesario pondría en subasta por un día a la ciudad entera si fuera por su propio bien", luego de esto, descubriendo un poco el cuello, reconoció, "...pero, claro, nuestra Moscú no tiene precio...".</span></div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Ahora nos podemos ir de nuevo de paseo.</div><div align="justify"><br /></div><em></em>Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-14031533502963725442008-01-12T10:01:00.000-08:002008-02-05T16:26:49.846-08:00Memoria olfativa<div align="justify">Yo tenía una flor en la mano izquierda cuando la conocí, era un clavel. La vi caminando por la acera de enfrente a mi casa, yo estaba parado en la puerta esperando a mi abuelo. La recuerdo aún con sus trenzas hechas, su vestido azul y sus zapatos negros. Ella tenía 14 y yo 16. Esa fue al primera vez que sentí el olor de una flor. Yo creía que era un mito, una mentira de la gente eso de que las flores tenían olor, pero ese día, cuando Isabel pasó en la acera de en frente de mi casa me di cuenta de que podía pasar, de que una flor si podía oler a algo.<br /><br />Luego fueron otras flores, pero Isabel ya no estaba. Las rosas tuvieron olor con Margot, los girasoles con Fernanda y los lirios con Gloria.<br /><br />Era un niño aquella vez que vi a Isabel, y nunca supe si se llamaba así... Pero ya hoy, viejo, recuerdo sus trenzas hechas, su vestido azul, sus zapatos negros y que olía como un clavel.</div>Alma Lofer D.http://www.blogger.com/profile/02417460065406779041noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-44920537981301902572007-12-17T08:30:00.000-08:002008-02-05T16:28:25.190-08:00La noticia.<div align="justify">Se terminaba la hora. Las conclusiones eran pocas. Decidieron tomar un descanso para airear el trabajo y salieron en grupos de a dos.<br /><br />Se terminaba la hora. No había nada nuevo y lo viejo no servía.<br /><br />Se terminaba la hora cuando alguien decidió desistir argumentando que no valía la pena, que no había nada por que quedarse y que era mejor estallar ahí que dejar consumirse.<br /><br />Se terminaba la hora y descubrieron que la nieve tiene dos nombres.</div>Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-32213259127141503192007-11-18T19:58:00.000-08:002008-02-05T16:29:39.572-08:00Q&A<div align="justify">Yo me hacía un lazo en la cabeza mientras me veía en el espejo. Carlos estaba sentado en mi cama viéndome también.<br /><br />Le guiñé el ojo, terminé de peinarme y me dispuse a darle un beso, en el cachete porque aún era muy pronto.<br /><br />Él me preguntó: "Mercela, ¿me quieres?" y yo le dije: "Como una pieza de rompecabezas a otra".<br /><br />"No me gusta esa respuesta" dijo Carlos... Y era porque él sabía que primero había que probar con muchas piezas, para llegar a encontrarnos y encajar.<br /><br />Aun así salimos juntos del cuarto viendo al piso y esta escena se repitió una y otra vez.</div>Alma Lofer D.http://www.blogger.com/profile/02417460065406779041noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-23671402692208022672007-11-12T20:46:00.000-08:002008-02-05T16:29:01.514-08:00Los diez asaltos.<div align="justify">En la espera no advirtió nunca la historia que estaba haciendo en ese momento. La magnitud de la circunstancia lo consumía y lo cegaba al punto de no saber a ciencia cierta qué hacía.<br /><br />En la mesa esperaba un teléfono por ser utilizado, y la lámpara prendida era la única testigo del asunto. <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_0">Llegó</span> a pensar que no había <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_1">vértice</span> posible entre los dos lados en cuestión.<br /><br />La poca creíble disputa entre el aparato y él se había convertido en una lucha feudal. Su capacidad de razonar estaba tan corrupta que ya sólo podía pensar en todos los mecanismos que hacían posibles las telecomunicaciones y de cómo podrían ser afectados, todos y cada una de ellos, parte por parte, luego descubrió que nada podía impedir la libre comunicación, que estaba todo tan perfecto que arruinaba cualquier coartada, descubrió que era todo cuestión de rieles incompletos para el tren de la intención. La voluntad, entonces, se le puso en contra.<br /><br /><br /><br /><em><span style="font-family:courier new;">Para la que nunca escampa.</span></em></div>Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-22765356515954156082007-11-06T19:59:00.000-08:002007-11-06T20:14:49.516-08:00A por patillas por la sed¡Asco! Fue lo pimero que escuchó Mikaela al bajar el último escalón de las escaleras.<br /><br />Iba de salida a la fruteria a comprar patillas; pero al escuchar el grito de la conserje volteó a su derecha y la consiguió viéndose en el espejo.<br /><br />No se trataba de una cucaracha o una rata que se había atravesado en su camino, era ella misma.<br /><br />Mikaela no dijo nada y salió del edificio.<br /><br />Lo último que se imaginaría Mikaela en su camino a la frutería era conseguir a una persona que se odiara a ella misma.Alma Lofer D.http://www.blogger.com/profile/02417460065406779041noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-73366379889198370952007-11-05T18:15:00.000-08:002007-11-05T18:20:51.204-08:00CirugíaSe venía el vendaval, de sur a oeste, como siempre. Se veía incontrolable, haciendo ruido y anunciando todo lo que un vendaval puede anunciar.<br /><br />La gente lo comentaba en las calles, los periódicos se jactaban de la noticia y las canciones y los cuentos ya hablaban sobre él.<br /><br />La solución fue contundente: Un muro de contención hasta que sepamos qué hacer, dijo la autoridad alegando que eso, el vendaval, no podía pasar.<br /><br />Así se calman los estallidos.Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-9413240440818666512007-10-29T08:01:00.000-07:002007-10-29T08:02:09.318-07:00Sucede asíQuizás demasiado tarde entendió que hay cosas, ciertas cosas, que no cambian nunca.Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-44264973747379621812007-10-27T16:51:00.001-07:002007-10-28T00:34:28.442-07:00Rendez-vousQuedaron a las cinco de la tarde para un perro caliente juntos, él se llevó a su perro y él no.<br /><br />Dos horas más tarde caminaban juntos sin decir nada, no sabían como romper el hielo. Él, halaba la cuerda para que el perro no fuera tan rápido y así poder seguirle el paso con sus piernas de 42 años; mientras que él intentaba hacer un cubo de rubick, al mismo tiempo que pensaba qué decir.<br /><br />-¡Cuidado!- Gritó él... Fue lo último que le dijo.<br /><br />Y sólo quedaron el perro y él, viéndose como si fuera la primera vez que lo hubieran hecho.Alma Lofer D.http://www.blogger.com/profile/02417460065406779041noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-18970882531809874602007-10-27T14:47:00.000-07:002007-10-27T14:48:51.695-07:00De buenas a primeras—Buenas tardes.<br />—Buenas.<br />—¿Qué desea?<br />—Unas cotufas medianas, por favor.<br />—¿De tomar?<br />—A ver… ¿Tienes Pepsi Light?<br />—No, Coca-Cola.<br />—Entonces mejor dame un té.<br />—Aquí tiene sus cotufas, ya le doy el té.<br />—Ok. ¿Cuánto es?<br />—Son 15.000 bolívares.<br />—Toma.<br />—Disculpe, no tengo cambio de 20.000 bolívares. ¿Quiere completar con alguna otra cosa?<br />—Bueno, podría darme una primera oportunidad.<br />—¿Cómo?<br />—Una primera oportunidad.<br />—Disculpa, no te entiendo.<br />—Un beso.<br />—¿Ah?<br />—Eso: un beso.<br />—¿Estás hablando en serio?<br />—Sí, chao.<br /><br />Y él la vio entrar en la sala mientras el billete se derretía en su puño cerrado.Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-44714220608282491052007-10-25T23:51:00.000-07:002007-10-27T14:50:17.817-07:00El origenNo había que discutir nada, en verdad, absolutamente nada más, cuando a alguien se le ocurrió preguntar qué era lo que pasaba en los caminos de regreso.<br /><br />Nadie entendió la pregunta, pero luego de un silencio, él respondió sin que le temblara la voz.<br /><br />-Ella llueve cada mañana<br /><br />Nadie entendió la respuesta, y, viéndose entre ellos los más presentes, entendieron que no había más nada que discutir.Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-78505049600570971042007-10-23T22:04:00.000-07:002007-10-24T18:53:39.814-07:00Dame la mano y yaElla después de muchos años -menos de diez- le dijo que era su amiga... sí, sólo su amiga.<br /><br />Esperando una respuesta, tomó agua y comió pan, sabiendo que a él le había gustado mucho saberlo.<br /><br />Volvió a tomar agua y siguió esperando...<br /><br />Lo que ella sabía desde hace muchos años -menos de diez- es que él pensaba igual... aunque nunca se lo dijera.Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-61877975426145348972007-10-23T21:44:00.000-07:002007-10-24T18:54:45.180-07:00Un truco de magiaLa condición era verse dos veces, no más que eso, no menos que eso.<br /><br />La primera, como todo primer encuentro, acabaría con una sonrisa. La segunda, como todo segundo encuentro, con un beso.<br /><br />Aquí la cara ya se le había puesto blanca del susto y murmuró:<br /><br />—¿Dos veces?, ¿sólo dos veces?Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-75072189173161443462007-10-23T19:23:00.000-07:002007-10-23T19:27:02.536-07:00Él también la veía a ella<div align="justify">Cuando ella lo vio, él tenía un sombrero. Y aunque a los hombres les molesta que los vean más de diez segundos (por eso de la pena), a él le gustó que ella lo viera... y lo viera... y lo viera...</div>Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-16708124405728362262007-10-23T19:18:00.000-07:002007-10-23T19:19:01.061-07:00Este tipo de cosas<div align="justify">Y te digo que no es fácil. A veces, sobre todo en las mañanas y en las tardes, es casi imposible no volver. No ser complaciente contigo y conmigo, darme y darte una posibilidad, un pedazo de papel, una canción. Con los lentes de sol puestos, claro. Que nadie me vea. Apenas es un instante, ¿no crees? No necesario sino querido. Volver. Ni como hábito ni como costumbre. Más bien como un saltamonte urbano, como esas cosas que distinguen: los besos en la nariz. Muy pocos los dan en la nariz. Bueno, pues es así. Las sombras ya no son las mismas, tengo puestos los lentes. Yo me asomo a verte como para volver. Para estas letras, para un café. Y volver así no es volver. Es mucho más que eso, es estar donde nadie nos ve. </div>Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6373035474237617363.post-47090135545748726952007-10-23T19:12:00.000-07:002007-10-23T19:19:46.913-07:00Dormir sin ti<div align="justify">Parados en la orilla del mar de Alincha, en la costa de Veracruz, Mónica y Luis vieron cómo la noche levantaba una niebla espesa de las calmadas olas que dormían a esperas del sol.<br /><br />—Tetis, le dijo Mónica<br /><br />Luis no volteó.</div>Francisco Diomedea Bolaño de la Serdahttp://www.blogger.com/profile/06619583417290637888noreply@blogger.com0